El proyecto fue realizado por los ingenieros de caminos M. Durán y S. Alvarado en 1992, y las obras de ensanche el año siguiente. Las obras consistieron en la colocación de unas losas prefabricadas de hormigón armado, apoyadas sobre el relleno y ancladas entre sí mediante unas vigas longitudinales construidas bajo ellas. Las losas volaban a ambos lados del puente, y en el extremo de estos vuelos se recolocaron las cornisas y los pretiles originales, previamente desmontados, tal como estaban originalmente.
Gracias a este ensanche se pudieron construir las aceras de las que carecía este puente de la antigua carretera de Castilla, muy necesarias, al incorporarse la obra a la trama urbana de la villa de Allariz. Con esta solución prácticamente se conserva la vista de los alzados del puente original, por lo que, unido a su sencillez constructiva, es una solución habitual para el ensanche de la plataforma de un puente de fábrica.